La ermita de Uclés es un edificio que forma parte de un conjunto constituido por el templo, la casa parroquial (en muy mal estado) y un jardín, todo ello propiedad del Obispado de Cuenca.
El edificio se construyó en el lugar en donde se encontrara en su día el hospital Omnium Sanctorum o de Todos los Santos (atendido por el Real Convento de la Orden de Santiago). Se iniciaron las obras de su construcción, cuando se mandó derruir la iglesia de Santa María (1905), utilizando material y mobiliario procedente de la “iglesia rota” de la plaza. Era párroco de Uclés D. Luis Ferrer, y se abrió al culto el 10 de septiembre de 1908, cerrándose en septiembre 1967, durante ese tiempo fue la iglesia parroquial.
Es de planta rectangular con muros de sillarejo y sillar en esquinas, la puerta tiene un arco de medio punto. La última rehabilitación se realizó entre 2010 y 2015, se reconstruyó la nave con una nueva cubierta a dos aguas, una nueva espadaña y se abrió una puerta en un lateral, para facilitar la accesibilidad. Se conservó la campana, que fue un obsequio del Padre Aurelio Martínez, superior del Colegio de los agustinos del Convento de Uclés, tal y como consta inscrito en ella.