En las “eras del Carmen”, quedan aún en pie restos de lo que en su día fue el convento del mismo nombre.
El Convento de los Carmelitas Descalzos lo fundó D. García de Torres Castro, en 1595. Tenía una iglesia propia, la de S. José, además de huerta, hospital y cementerio, que se extendía hasta el Sanctorum (Hospital de Todos los Santos). En su imprenta se imprimieron obras como la Recopilación de la Orden del Carmen y el Epistolario Espiritual (1623 y 1624).
La familia de los Torres poseía una capilla en el Convento de Santiago, a finales del siglo XV, pero tuvieron un pleito acerca de su mantenimiento. Cuando se edifica el convento carmelita, optaron por fundar allí una nueva.
A comienzos del siglo XIX en el Convento del Carmen vivían veinticuatro Carmelitas Descalzos. En una publicación en la Gaceta de Valencia, de fecha 26 de febrero de 1809, basado en la información facilitada por un vecino de Uclés, dice: “cogieron 69 personas, entre ellas tres sacerdotes, tres conventuales de la Orden de Santiago, tres frayles del Carmen calzado, tres monjas del mismo instituto, y varias mujeres, y las degollaron con la misma horrorosa inhumanidad, llevando a algunas para esta operación (¡cosa inaudita!), a la carnicería pública”.