En esta casa vivió Fermina Oliva Ocaña, superviviente del hundimiento del Titanic y una de los diez pasajeros españoles. Nació en Uclés el 11 de octubre de 1872, en una familia de clase media.
Fermina se traslada a Madrid, buscando una vida mejor, donde se dedica a su oficio de costurera. Fue precisamente en su taller de costura donde conoció a una señora que buscaba una dama de compañía y de confianza, para acompañar a unos recién casados que partían de viaje de novios. Eran una pareja millonaria, formada por Víctor Peñasco Castellana y Mª Josefa Pérez de Soto y Vallejo Peñasco, que disfrutaron de una luna de miel por Europa que duró más de dos años.
El 10 de abril de 1912 embarcaron en el Titanic, el matrimonio y Fermina ocupaban dos camarotes de primera clase ubicados en la Cubierta C, uno enfrente del otro. La noche del hundimiento, Fermina se encontraba en su camarote cosiendo su corsé y no podía conciliar el sueño. Sintió el impacto, al poco rato Víctor acudió a llamarla, y subió con el matrimonio a cubierta.
Víctor no podía acompañar a su mujer al bote salvavidas, contra su voluntad la obligó a subir junto con Fermina, de esa forma ellas salvaron la vida, él se quedó en el barco y perdió la vida.
Tras el naufragio, Fermina siguió viviendo en su casa de la calle de Regueros de Madrid en compañía de su hermana Manuela, donde falleció con 97 años. Ambas solteras vivían del trabajo de costureras y alquilando las habitaciones de su casa a estudiantes. Mantuvo siempre relación con su pueblo y sus gentes, frecuentándolo sobre todo en verano.